Poligión

Poligión o Relítica, no sé qué termino es mejor para designar a ese monstruo que a veces llamamos sistema. Porque es político, sí, pero con mecanismos religiosos. Por eso Poligión. Por eso Relítica.

Ha terminado siendo todo lo mismo, ahora ya declaradamente, puesto que han admitido los capataces de la granja que habría que ir creando una nueva religión global. En ese nuevo sistema de creencias, intuimos de sobra qué Mandamientos se van a grabar sobre las tablas que bajará el Moisés actualizado. De entrada, sabemos que no será Moisés, sino un señor que antes se percibía señora pero que después de ponerse pelo rosáceo en Turquía ejerce la bilateralidad de fluidez de género neutro.com. Por supuesto, el nuevo Decálogo sagrado vendrá cargado de culpa, mucha culpa. Porque la culpa es la gasolina que mueve el motor de esta Poligión, de esta Relítica.

Culpable, sin más, si eres hombre. Si eres hombre blanco, claro está. Tu heteropeinado es el causante de todos los males desde el amanecer del mundo. Has de deconstruirte, o sea: dejarte destruir.

Culpable de existir. Ya da igual de qué color vengas, si blanco, negro o naranjito, aunque siempre serás más culpable como blanco, que quede claro. La nueva religión se basa en la premisa de que el ser humano es un mal para el planeta y que, por lo tanto, nacer te hace indigno. En vez de pecado original, ahora hablan de huella de carbono. La esencia es la misma: contaminas, y tu mera existencia empuja al mundo hacia el Apocalipsis, hacia el Cambio Climático, hacia un final malísimo que sólo puede evitarse si asumes tu culpa, te dejas esclavizar y exterminar.

Consecuencia de lo anterior es que la propiedad será considerada un crimen. Un crimen contra el resto. Poseer, en tu caso, pobre pecador que esparces tanta huella de carbono a tu paso, supondrá incrementar ese mal. ¿A cuento de qué has de tener tú nada a tu nombre, contra el grupo, alabado sea el grupo, el bien común, el rebaño, la colmena? Ya están los grandes sacerdotes para poseerlo todo, en tu nombre, ellos que sí saben vivir sin contaminar ni acercanos al Fin de los Días.

Y ahí tenemos otro dogma de fe: el grupo. El rebaño, hemos dicho, la colmena, el bálamo, la piara. Perteneces a él. Nada fuera de él. Todo acto de pensamiento individual atentará contra el Gran Pensamiento Común, que ellos se ocuparán de suministrarnos. No habrá que pensar, será cómodo: haz, piensa, actúa, siente, odia, teme, fumígate, inyéctate cuanto te digamos, y así irá todo bien. O irá mal, pero siempre por tu culpa.

La Poligión nos irá explicando cómo percibir e interpretar el mundo, nos dirá qué es Verdad y qué es Mentira, nos explicará la Historia de la Humanidad, en mayúsculas, que no es tal y como era ayer ni como lo será mañana, sino que cada jornada se irá adaptando a las necesidades del BIC, del Bien Imperante Común, ya veremos si naranja o cristal.

La Relítica te dirá cuándo morir, sobre todo si ya no produces. Pero, ¿qué hay que producir en tiempos de tanto avance tecnológico? ¿Acaso dolor, sufrimiento? ¿Es eso lo que ordeñan de este rebaño? ¿Cómo si no explicamos que sigan existiendo guerras, precisamente alimentadas por ellos mismos? No son preguntas que nosotros, basura pecadora y contaminante, tengamos que hacernos. Obediencia buena. Pensamiento malo. Ciencia buena, siempre que llamemos ciencia a lo que ellos nos dicen, sin hacer preguntas ni rechistar ni sospechar que nos engañan.

¿Poligión o Relítica? Es complicado ponerle nombre a tan clamoroso crimen. La cosa es, ¿estamos ante un crimen nuevo, o ante uno muy antiguo al que ahora le han dado una mano de pintura? Poligión, Relítica…


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