De mi predilección por Sherlock Holmes y el género detectivesco espero poder dar señales pronto. Pero la afición llegó a un punto en el que deseé construir mi propio investigador, y partí del hecho de que Holmes se situó en el lado del bien -él mismo lo admitió-. Pero, ¿y si eso no fuera así? ¿Y si el detective, con sus grandes dotes intelectuales, resultase ambiguo en lo moral? ¿Y si no le importara ir y venir del lado oscuro? Y así llegó Jorge Luis Formigal, un tipo que me tomó la delantera enseguida, haciéndose con su espacio. Por ahora, éste es el único relato de Formigal publicado, y en él el personaje ya deja claro cuánto puede dar de sí.
Aquí hay un enlace para descargarse gratuitamente Formigal y el Celedonio de Platón. Mientras tanto, yo sigo escribiendo más aventuras de este hombre. No se fíen de él.