Pasan las horas, rápidas como electrones, y se van acumulando las dudas no resueltas por parte de los voceros de los organismos que viven de lo que nos quitan en impuestos. Supongo que andarán cacareando contra lo que ellos llaman bulos o desinformación, sin atreverse a pronunciar la palabra mentira, ya que la mentira nos lleva a ellos directamente.
Pero a lo que vamos, a las dudas, que son muchas. La principal, ¿qué ha pasado? La causa del apagón, si es que la hay. Mucho tendrán que explicar y convencer para que desistamos de la idea de que han sido ellos, a propósito. Pero, ¿cómo nos van a convencer de nada quienes no poseen credibilidad, puesto que llevamos años comprobando que ejercen como meros empleados colocados ahí por amos de rango superior para pastorearnos como a ganado?
¿Dónde están los quince gigavatios que dicen que se perdieron súbitamente? ¿Quiénes han sido, los electroduendes? ¿La Bruja Avería? No se ría, porque la explicación, farfullada apenas, suena a pangolín, a incidencia acumulada, a prima de riesgo, a flujo migratorio. Son tantas veces ya las que los hemos pillado mintiéndonos… Todas, realmente, todas las veces. Porque lo que no recordamos es una sola verdad llegada desde el poder, lo ocupase quien lo ocupase. Los que hablan de desinformación…
Pero esperad, impacientes, que hay más dudas. ¿Se trata de otro episodio para mantener al rebaño asustado, que es como más les da de sí? ¿Ha sido desde dentro o desde fuera? ¿Nadie va a cantar lo evidente, y es que la precariedad energética a la que nos han conducido ha sido premeditada y alcanzada con el concurso de unos y otros durante décadas? ¿Para esto está destrozando los campos de olivos colocando placas solares? ¿Quién se está forrando con todo esto? ¿Quiénes son Koldo y compañía ahora? ¿Cuánto puede resistir un sistema que canta a las claras su incapacidad o su decisión de no garantizar los mínimos, mientras nos sangra robándonos meses de vida al año vía impuestos? Si en vez de uno etiquetado como izquierda hubiese estado de baranda un etiquetado de derecha, ¿proseguiría aún el levantamiento popular? ¿Sólo un par de casos de velas encendidas?
En clave más ligera, prosigue la lista de electrodudas: ¿Ha sido un apagón paritario o por contra se ha mostrado heteropatriarcal? ¿Cómo ha afectado el apagón al movimiento LGTBI? ¿Negarse a comprar papel higiénico como un obseso es negacionista? Si yo me pongo una vela, ¿te estoy dando a ti luz solidaridaria? ¿Para cuándo una vacuna que alumbre? ¿Por qué no ha habido coreografías de electricistas? ¿Había que lavarse las manos de modo patriótico esta vez o no? ¿Aplaudir como zombis a las ocho o sólo cuando nos hacen el favor de devolvernos la luz? ¿Por qué siguen potenciando la idea de que somos masivamente bobos, si por cada abducido aplaudidor hubo decenas de personas conscientes ya de que las instituciones son contrarias a nosotros? Y una de las más golosas: ¿quién se ha forrado en la oscuridad? Cui prodest. Cui bono. Cuando encendieron el apagón, prendió una hoguera de dudas. Sócrates, al salón.