ENLACE A MANO A MANO, EL PODCAST DEL FÚTBOL
Pocas veces me habré alegrado tanto de que la realidad me quite la razón como anoche, con el 6-0 de España a Alemania. Hace dos días, escribía yo aquí que a España le falta gol, y mira por dónde según lo digo se le endosa media docena a los alemanes, nada menos, que me parece que llevaban noventa años o algo así sin recibir un correctivo igual.
A la España de Luis Enrique le salió todo bien frente a los germanos. Destacaron Rodrigo y un enorme Koke, que abarcó todo el campo y que dio un recital de fútbol, con el pase en corto y en profundidad, con la presión y el continuo ofrecerse a sus compañeros para acabar con las intentonas de presión del rival, que fue desactivado.
Con esos dos hombres como referencia en el centro, con un fantástico Ferrán Torres y un estupendo Fabián, que salió muy pronto para suplir a Canales, España supo encontrar la zona de remate, donde aguardaba Morata. Sí, Morata, ese delantero que a mí no me convence pero que está en un gran momento de forma y que frente a Alemania se marcó un gran partido, con gol legal anulado incluido.
Lo de Koke es digno de mención. Me parece que es un jugador que necesita estar en un estado óptimo para desplegar todo su potencial. Quizá esto ocurre por su modo de entender el juego, tan responsable, tan solidario con el grupo, lo cual le obliga a un esfuerzo físico superior. Por otro lado, y esto es algo que también le pasa en el Atleti, de Koke se notan más las ausencias que las presencias, por desgracia para su valoración. Su rigor táctico lleva siendo férreo muchas temporadas. Con alguien cubriéndole las espaldas, como ahora le pasa en el Atleti cuando se junta con Torreira, él se siente más liberado, mira más arriba, tiene opción de abarcar más campo aún.
De Morata no me gusta su carácter, dado a la queja y, sobre todo, a la lamentación insistente cuando algo le sale mal. Pero me parece que la Juventus saca lo mejor de él. Siempre que ha estado en el equipo italiano ha destacado jugando de espaldas, ampliando su repertorio más allá del remate, sabiendo colaborar con el equipo también fuera del área. ¿Ha encontrado Luis Enrique a su 9 por fin? Yo lo dudo. Ojalá me equivoque de nuevo.
E insisto en lo que dije: España puede ganar y perder con cualquiera. Quizá la gesta frente a Alemania sirva para marcar un antes y un después, para que el grupo se asiente y gane esa continuidad en el juego que tanto necesita y que lo ha hecho vulnerable ante equipos de menor talla.
La España de Luis Enrique lo hizo todo bien frente a Alemania, a la que zarandeó para dejar una marca histórica. Supo librarse de los intentos de presión, supo ensanchar el campo y jugar rápido, llegar arriba y resolver y, después, salir al contragolpe para dar la puntilla. Creo que desde la goleada a Italia 4 a 0 en la final de la Eurocopa de 2012 no veíamos a una España tan superior. Qué bueno sería que se haya iniciado un camino hacia un nuevo esplendor. Nadie puede exigir a España que gane Eurocopas y Mundiales por decreto: sí pedimos que compita, que encuentre su juego y que lo ponga difícil al rival. Luis Enrique es exigente, parece el hombre ideal para intentar algo así. ¡A por ellos!